lundi 10 octobre 2011

Sexo a cambio de "acodomodo razonable" en Italia...

Sexo a cambio de enchufe en Italia

Por Milena Fernández


“Si eres fea debes estar en casa, la belleza es un valor, debe ser pagado, como la gran capacidad de un médico. Todas las mujeres irían corriendo a casa de Berlusconi. Hay que estar dispuesta a todo para conseguir algo, si es necesario vender la madre”. La frase pertenece a la escort (palabra eufemística para encubrir el término prostituta), Terry De Nicoló, que conoce las noches romanas del dragón sediento de carne fresca. La joven, esbelta, piernas kilométricas y melena oscura, quedó prisionera, junto con otras dos chicas de compañía dentro del Palacio Grazioli, tras un encuentro nocturno con el primer ministro. Fuera un grupo de periodistas se pregutaban si el bunga bunga se mudaba de Milán a Roma. Sus declaraciones, difundidas en la prensa italiana, forman parte del último capítulo del culebrón sobre los escándalos sexuales que implican a Silvio Berlusconi.

Durante los últimos dos años los titulares de los diarios del bel paese escupen noticias sobre los generosos regalos con que Berlusconi, de 75 años, premia a las invitadas (todas jovensísimas, algunas
menores de edad) a los encuentros de bunga bunga en Villa San Martino de Arcore, Milán. El mensaje es claro: con un buen cuerpo se puede alcanzar un alto cargo político, ser un popular personaje mediático; o por qué no, superar una prueba de admisión a la universidad. Un reciente sondeo, realizado entre 16.128 jóvenes de ambos sexos de toda Italia, señala que el 48% de los encuestados estaría dispuesto a conceder favores sexuales con tal de ingresar en la facultad. Hace dos años, el mismo estudio indicaba que solo el 12% usaría su cuerpo como arma para obtener un buen resultado. En 2010 el porcentaje era del 25%. La encuesta, realizada por el sitio UniversiNet.it, es anónima y através de Internet. Los resulados se acercan a un fenómeno “que se respira en el aire”, comenta Chiara Saraceno, la más prestigiosa socióloga italiana, filósofa y ex docente de Sociología de la Familia en la Universidad
de Turín.

El dato preocupante es el desinterés por el estudio, el esfuerzo y el sacrificio que implica preparse para un examen. El saber no es considerado el mejor camino para el éxito, porque los encuestados optarían por otras estrategias más rápidas y menos difíciles. En los últimos tres años (2009, 2010, 2011), la posibilidad de aferrarse a un enchufe ha crecido como la espuma, pasando del 75%, 85% y 86%, respectivamente. Y por enchufe leáse también prestaciones sexuales, la recomendación más frecuente entre los apirantes universitarios. A la pregunta, ¿qué estarías dispuesto para obtener una recomendación?, la respuesta indica un cambio de actitud entre los varones, que también optarían por la vía sexual para obtener un buen resultado academémico. Entre las mujeres, se pasa del 45% al 57%. Y entre los hombres, el aumento es considerable, sube del 14% al 39%.

Los participantes en el sondeo son muchachas y muchachos que acaban de terminar la secundaria, con edades que oscilan los 18 y 20 años. Entonces, cabe preguntarse dónde queda la dignidad del individuo. “En Internet sabemos que el anomimato permite todo, pero detrás de las respuestas se esconde el grito de dolor de los jóvenes. Una persona se inscribe a la universidad porque desea cambiar su vida, pero los cursos preparatorios para las pruebas de admisión cuestan entre 500 y 6.000 euros. La selección no siempre se basa en los méritos académicos. Con tal sistema estamos robando los sueños a nuestros
muchachos. El sistema de selección está dominado por una oligarquía de viejos”.

La socióloga Saraceno ha pasado gran parte de su vida en las aulas univesitarias. Se plantea dudas sobre la metodología del estudio; sin embargo, no se asombra de los resultados. “Es un indicador de una mentalidad. Refleja los efectos del bunga bunga. Y no solo; indica la consolidada propensión italiana
de buscar siempre el camino más corto: para qué sirve estudiar si se puede ser evaluado por lo que uno tiene, en vez de lo que sabe. El sexo se ha convertido en una mercadería de cambio legítima, muy rápida y eficiente”.

En sus artículos académicos y en su trayectoria como docente, Saraceno ha siempre defendido los derechos de la mujer y la familia. Con frecuencia ha discutido con sus colegas hombres la delicada relación que se puede establecer entre un profesor y una estudiante. “Existen profesores menos serios, pero por fortuna no son la mayoría. Mis colegas se defienden diciendo que son las estudiantes quienes provocan la vía del sexo. Les respondo que de ninguna manera se puede aprovechar de la situación, pues se crea una relación de poder desigual”. Existe la otra cara de la moneda, continúa, “enseñantes disgustados cuando acuden estudiantes para ser examinadas con una foto obscena en el cuaderno". "Recuerdo una chica que se presentó a hacer un examen con un vestido transparente y sin bragas. Le dije que debía ponerse su ropa interior antes de ingresar al aula. Fue una situación muy incómoda”.

Francesca Valente, de 23 años y Beatrice Bertton, 22 estudian en la Universidad de Trieste. La primera quiere ser abogada y la segunda está a punto de graduarse en literatura. Confirman que no todas las
chichas van a examinarse vestidas como Lady Gaga, pero algunas lo intentan. A ambas les entristece ver amigas que salen con hombres mayores. “En nuestra sociedad cuenta solo la apariencia. Un hombre mayor es sinómimo de un buen auto, buen teléfono, vestidos caros... Las pobres ingenuas creen que un viejo les da seguridad”, comenta Valente.

Más allá del uso del cuerpo como un instrumento en el ambiente universitario, a Saraceno la angustia “la inclinación general, tan descarada, con que se enfrentan los obstáculos". "He escuchado hombres decir a una joven que no debe estudiar porque es bella. Entonces, si una mujer es atractiva no se debe preparar, mejor que se dedique a escort, aunque su forturna sea breve. La belleza exterior se acaba y la cirugía plástica no hace milagros”.

Tristemente, Italia ha caído desde hace ya 15 años en un túnel sin salida. El país vive inmerso en una especie de reality show, con mujeres semidesnudas en la televisión pública y privada, esta última propiedad de Berlusconi. “El enorme poder de la televisión se usa para mantener el control de la
información, no para informar. Hay una sobredosis de televisión basura, hecha con una clase política también basura. Los jóvenes se pueden enderezar, pero la anciana clase dirigente no se comporta nada bien. Comenzando por el primer ministro”, zanja Saraceno.

Y UN COLOFÓN:

El reality show de la televisión y la política, ahora pasa al mundo publicitario. Madgalena es una modelo, fotografiada con las piernas cruzadas, un vestido invernal cortísimo, con el foco en sus partes íntimas. A primera vista, el ojo intenta adivinar si lleva o no bragas. Al lado de la foto, el texto: “soy Magdalena, soy una escort y no soy una chica fácil”. Se presume, la joven difunde su oficio con orgullo. Otra foto. Una rubia, con minifalda, que dice: “Soy María, no soy virgen y tengo un fuerte sentido de espiritualidad”.

Los enormes carteles publicitarios fueron instalados a mediados de septiembre en Roma, pero su vida fue corta. El alcalde de la capital, Gianni Almenno, ordenó la retirada inmediata, al considerar que “utilizan representaciones gráficas y de comunicación de mensajes objetivamente percibidos como perjudiciales para la dignidad de la mujer. Han sido realizados utilizando significados que hieren la sensibilidad religiosa de la comunidad”.

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Que batalla se ha librado y ganado en el mundo diciendo estoy a favor del consenso?